Las
enzimas son biomoléculas de naturaleza proteica que aceleran la velocidad de
reacción hasta alcanzar un equilibrio. Constituyen el tipo de proteínas más numeroso
y especializado y, actúan como catalizadores de reacciones químicas específicas
en los seres vivos o sistemas biológicos. Muchas de las enzimas no trabajan
solas, se organizan en secuencias, también llamadas rutas metabólicas, y muchas
de ellas tienen la capacidad de regular su actividad enzimática.
Un
catalizador disminuye la energía de activación necesaria para una reacción,
porque forma una asociación pasajera con las moléculas que reaccionan [78]79.
Esta asociación aproxima a las moléculas que reaccionan y, favorece tanto la
ruptura de enlaces existentes, como la formación de otros nuevos. Cuando existe
un catalizador en la energía de activación, esta reacción puede suceder
rápidamente sin o con poca adición de energía. El catalizador no sufre ninguna
alteración permanente en el proceso y puede volver a utilizarse. Gracias a las
enzimas, las células son capaces de desarrollar reacciones químicas a gran
velocidad y a temperaturas relativamente bajas.
La
catalasa es una enzima antioxidante que se encuentra tanto en tejidos animales
como vegetales. Su función es descomponer el peróxido de hidrógeno (H2O2)
producido por el metabolismo celular en agua (H2O) y oxígeno (O2).5 2𝐻2𝑂2 → 2𝐻2𝑂 + 𝑂2 El peróxido de hidrógeno puede dañar lípidos, proteínas y
ácidos nucleicos. Es por ello que es importante eliminarlo. Además de la
catalasa actúan otras enzimas como las peroxidasas y las peroxirredoxinas que
degradan el peróxido de hidrógeno (H2O2) utilizando otros sustratos para
oxidar.
Estructuralmente, esta enzima es un homotetrámero (formada por 4 subunidades idénticas) con un grupo hemo en cada subunidad proteica. Se puede hacer una distinción entre catalasa con subunidades pequeñas (con una masa molecular de 60 kDa aproximadamente) y subunidades grandes (con una masa molecular superior a 80 kDa). Mientras las catalasas con subunidades pequeñas son menos resistentes a la desnaturalización, tienen hemo-b y se inhiben por sustratos, las catalasas con subunidades grandes son muy resistentes a la desnaturalización, tiene hemo-d, presentan enlaces covalentes inusuales cerca del centro activo y son resistentes a concentraciones importantes de 𝐻2𝑂2.
Estructuralmente, esta enzima es un homotetrámero (formada por 4 subunidades idénticas) con un grupo hemo en cada subunidad proteica. Se puede hacer una distinción entre catalasa con subunidades pequeñas (con una masa molecular de 60 kDa aproximadamente) y subunidades grandes (con una masa molecular superior a 80 kDa). Mientras las catalasas con subunidades pequeñas son menos resistentes a la desnaturalización, tienen hemo-b y se inhiben por sustratos, las catalasas con subunidades grandes son muy resistentes a la desnaturalización, tiene hemo-d, presentan enlaces covalentes inusuales cerca del centro activo y son resistentes a concentraciones importantes de 𝐻2𝑂2.
En
el caso de los animales, la actividad de la catalasa depende del tipo de
órganos y tejidos. Los órganos con una mayor actividad de la catalasa son el
hígado y los riñones, mientras que en los tejidos conectivos y los epitelios,
la actividad es menor. En el caso de las plantas, depende no solo del órgano
sino también de las condiciones en las que se encuentre la planta. Ante
situaciones de estrés hídrico (sequías), la planta pone en marcha una respuesta
enzimática utilizando la catalasa. Ante otras situaciones de estrés utilizará
otras enzimas, como por ejemplo la peroxidasa ante un estrés salino. El estrés
hídrico y el estrés salino se pueden englobar como tipos de estrés oxidativo,
donde se altera la óxido‐reducción
intracelular por lo que se produce un aumento de radicales libres de oxígeno
(como por ejemplo el peróxido de hidrógeno).
El estrés hídrico, produce una mayor peroxidación lipídica a los 7 días en la raíz, con lo que aumenta la concentración de catalasa en ese órgano como respuesta; y a los 14 días se produce una mayor peroxidación en las hojas. Por ello, dependiendo del número de días durante los cuales una planta está expuesta a esta clase de estrés, el órgano con una mayor concentración de catalasa variará entre la raíz o las hojas.
El estrés hídrico, produce una mayor peroxidación lipídica a los 7 días en la raíz, con lo que aumenta la concentración de catalasa en ese órgano como respuesta; y a los 14 días se produce una mayor peroxidación en las hojas. Por ello, dependiendo del número de días durante los cuales una planta está expuesta a esta clase de estrés, el órgano con una mayor concentración de catalasa variará entre la raíz o las hojas.
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